Parroquia La Milagrosa (Ávila)

martes, 24 de marzo de 2015

Seréis dioses (Viernes de la 5ª Semana)




Yo os digo: sois dioses
(Juan 10, 31-42)

No te apedreamos por una obra buena, sino por una blasfemia: porque tú, siendo un hombre, te haces Dios. Al responder a esta acusación, Jesús no niega que sus palabras suenan a blasfemia. Dicho con otras palabras, Jesús no rebaja la Buena Noticia que está anunciando y que consiste principalmente en que Dios se ha hecho visible, se ha hecho presente en medio de nosotros y como uno de nosotros.

Más aún: a esa increíble Buena Noticia que suena a blasfemia, Jesús añade otra Buena Noticia, que también puede sonar a blasfemia: Jesús hace suyo el anuncio del Antiguo Testamento que llama dioses a los simples mortales. Efectivamente, éste es el objetivo último de la misión de Jesús: hacer de sus hermanos y hermanas en la humanidad verdaderos dioses, es decir, hacer que compartan su divinidad. Por eso llamamos a Jesús nuestro Salvador: no simplemente porque nos libra de la muerte sino, ante todo y sobre todo, porque nos abre la posibilidad de compartir con el Padre, con Él mismo y con el Espíritu su vida y su felicidad infinitas. Por eso, nunca dejamos de dar gracias a Dios, nuestro Salvador.

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