Parroquia La Milagrosa (Ávila)

domingo, 22 de marzo de 2015

Mirar como Dios (Martes de la 5ª Semana)


Cuando levantéis al Hijo del Hombre sabréis que soy yo
(Juan 8, 21-30)

¿Quién eres tú? Ésta es la pregunta que inevitablemente se hacen cuantos se acercan a Jesús: tanto los judíos que le espiaban y acosaban como nosotros, sus discípulos. Todos hemos sido testigos de su sabiduría incomparable, de su amor a toda clase de personas, incluidos sus enemigos, de su cercanía con Dios, a quien llama su Padre, y del trato íntimo que mantiene con Él. Manifiestamente, Jesús pertenece de otro mundo, pero lo que tiene es una mirada desde lo alto y los demás tienen los ojos puestos a ras de tierra y enfocados sólo un poco más allá de la punta de su nariz. La cruz es el lugar simbólico en que se sitúa Jesús, en ese punto de unión entre el Padre del cielo y la tierra donde moran sus hijos e hijas.

Cuando dentro de unos días lo veamos levantado en la cruz, entonces recordaremos que Jesús está haciendo lo que agrada al Padre: Jesús mira con toda la carga de amor con que nos mira el Padre. Por nosotros vale la pena dar la vida. 

La cruz rompe distancias entre el cielo y la tierra, mete a Dios en nuestra vida, en nuestras calles, en nuestras familias. La cruz nos llama a vivir desde la perspectiva del reino, a mirar como Dios nos mira, con el mismo amor, con la misma pasión por el bien de todos y cada uno de sus hijos e hijas. 

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